Escrito por Francisco Rodríguez
Viernes, 26 de Septiembre de 2008 08:20
EL MAGO DAVID Blaine llamó la atención los días anteriores, pues pasó 60 horas “de cabeza”, colgado de una cuerda sobre la pista de hielo del Central Park de Nueva York.
Allá mismo transcurrió esas mismas horas el señor Felipe Calderón quien, metafóricamente, dijo estar dispuesto a “clavarse personalmente con el compromiso” de atender las necesidades de la infancia mexicana.
La colgada y la “clavada” fueron actos muy similares. Ambos, sin duda, histriónicos, teatrales.
A su “hazaña”, Blaine sumó también otro acto muy aplaudido. Atrapó una bala calibre .22 disparada de un rifle. Lo hizo con una taza metálica que sujetaba con la boca.
En el teatro donde el señor Calderón estuvo flanqueado por esa beldad que es Shakira, nadie le demandó proeza semejante a la de Blaine. Sí, en cambio, acá donde nos quedamos 110 millones de mexicanos hay un clamor porque, a la brevedad, la administración del michoacano atrape a quienes con balas y granadas de fragmentación mantienen secuestrada nuestra seguridad.
Blaine es un reconocido histrión. En su hoja de vida aparecen destacadas aquellas otras 60 horas que pasó en el centro de un bloque de hielo o los 44 días que se mantuvo encerrado en una caja sin probar alimentos sólidos.
El señor Calderón, por su parte, también ha resultado ser un buen ilusionista. Prometió crear empleos y, ¡mago, magazo!, paulatinamente los ha ido desapareciendo. Se comprometió a bajar los precios y tarifas de los energéticos, y todos los días se incrementan los montos, por los mismos consumos, de gasolinas, diesel y electricidad. Peor aún, quienes lo ayudaron a ocupar Los Pinos –“haiga sido como haiga sido”--, temerosos de que llegara aquél que, decían, los haría huir del país, viven ya fuera del territorio nacional. ¡Ni qué decir de los 44 millones de mexicanos que subsisten día a día sin alimentación!
El de Blaine es, invariablemente, un acto en solitario. Encerrado en cajas o en bloques de hielo, colgado de una cuerda, la estrella es él y sólo él.
Los de Calderón, lo mismo, también se dan en la más pasmosa de las soledades. Carece de equipo. Quienes lo rodean, no le ayudan a “clavarse”. Infaliblemente, eso sí, lo dejan “colgado”.
Sale del país, por ejemplo, a atender la agenda internacional, y sus secretarios de despacho no dan una. El de Gobernación tartamudea y se bate en retirada, pues nos dice que todo está infiltrado. El de Seguridad Pública tartamudea más, y se enreda en mentiras. El procurador casi casi nos invita a hincarnos y, mejor, orar.
Nadie está tranquilo con las declaraciones –de las actuaciones mejor no hablemos— del encargado de la cartera hacendaria. Bien puede decir que “aquí no pasa nada”, para casi de inmediato mudar a un “¡aguas, aguas, esto se va a poner todavía peor”.
Así, repito, no ayudan a su jefe a “clavarse” en atender los asuntos que, como a Shakira, le interesan y que no son otros que los de la infancia, el futuro de la Nación. ¿O sí?
.-Sol
de Las
Caderas-.
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