El importante periodico de Chile "Mercurio" realizó una fantastica critica al nuevo album de Shakira "Loba".
Cada paso de Shakira confirma que cada vez quedan menos figuras en el estrellato pop capaces de comportarse como una corporación tan eficiente. Lo que hay en su nuevo disco, uno de los más esperados por toda la industria en 2009, y el primero que la cantante colombiana graba desde 2005, son nueve canciones. Hay doce, pero tres son versiones de otras tres en inglés, así que son nueve. Y no hay nada al azar entre ellas: hay tres hits científicos adictivos bilingües para el mercado planetario, tres híbridos pop globales, dos canciones pop convencionales y una colaboración hip-hop. Shakira no puede ser prolífica, sino todo lo contrario, porque tiene que concentrar el trabajo al extremo dentro de cada canción.
"Loba", la primera de ellas, es el mejor ejemplo. Se supone que la escribió en diez minutos en un arresto de impulsividad. Qué importa lo poco creíble que suena eso, y qué importa ninguna intención en realidad, lo concreto es que funciona como una maquinaria. Tiene una idea que vender al mundo, una sola, para evitar cualquier dispersión: Shakira ahora es una mujer loba, y la producción musical, la letra, la coreografía, el videoclip, las sesiones de fotos refuerzan esa idea, para que desde el comentario, el anuncio o el titular de prensa la repliquen exponencialmente, tal como pasó hace cuatro años con "La tortura" o sobre todo con "Hips don't lie" / "Las caderas no mienten", que puede ser el verso principal de un estribillo o el título de una canción incluso, pero el mundo sabe que sobre todo es un slogan.
Sí hay cambios en la música. La sonoridad pop implacable de Loba es un avance notorio, y se nota la presencia de un equipo de productores avanzados de pop y R&B como The Neptunes en seis de estas canciones. Entre esos tres himnos planetarios, "Lo hecho está hecho" / "Did it again" tiene un piso electrónico con tambores de samba sampleados, "Años luz" / "Why wait" otra base digital para una nueva melodía arábiga de Shakira, y en "Loba" / "She wolf" desfilan además un bajo funk, una pincelada de violines disco, un aullido que se va a transformar en un logo y unas voces robóticas que ni siquiera se diferencian tanto de la voz humana de la propia Shakira. Ella empieza este disco con sus habituales tics vocales recargados, pero también su voz mejora luego, se oye versátil como nunca antes y éste es el primer disco en que los susurros y quejidos del manual de estilo de la insinuación sexual aplicada a la canción pop superan a los falsetes de Shakira. Ya era hora.
Además ella sigue siendo un banquete para pensar en un mosaico cultural: siempre tiene una mezcla nueva que agregar. A la altura de la cuarta canción Loba se pone bilingüe. En "Long time" Shakira canta en inglés sobre un ritmo reguetonero. En "Good stuff" encuentra un cruce más preciso entre Medio Oriente y posibles acordeones colombianos. Y en "Gypsy" junta tabla indio y un instrumento de cuerda tradicional para declararse gitana. Las tres letras coescritas junto al aventajado cantautor sudamericano Jorge Drexler se suman al mismo puzzle de explotación de sonidos regionales. Así como tantos productores del Primer Mundo han creído que lo latinoamericano es amontonar trompetas mariachi con congas caribeñas y "guitarra española" y han creado un lugar que no existen en ni una parte salvo en sus cabezas, Shakira, que sí es latinoamericana, también crea aquí un no-lugar con sonidos típicos picoteados de todo el mundo.
Y también hay dos canciones pop convencionales, que esta vez se llaman "Men in this town" y "Mon amour", tal como antes se llamaron "Si te vas", "Octavo día", "Tú" o "Sombra de tí" en Dónde están los ladrones? (1999) o "Día especial" en Fijación oral (2005). Porque es una tendencia. Ése es el tipo de canción de Shakira que siempre va a pasar inadvertida en sus discos al lado de los logos y eslóganes exhuberantes, pero que prueban que sí es una buena compositora. En Loba se vuelve a superar a sí misma en otro de sus mayores aciertos: "Spy", a dúo con el rapero Wyclef Jean, es de verdad elegante en todos los niveles, desde la producción y el arrego hasta la composición y la interpretación. Shakira es una encarnación del producto trasnacional, corporativo y global, pero de paso las canciones están bien compuestas, y éste es el mejor disco que ha hecho hasta ahora, aunque en realidad eso no tenga ninguna importancia para su negocio.
Federico
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