Shakira rompe sus ataduras

RAFA LÓPEZ A CORUÑA "Es un álbum muy electrónico, orientado al baile, al club". Así de clara se expresa Shakira, que no tiene reparos en confesar que su disco está dirigido "a que la gente se divierta con él, que apague los problemas y olvide la crisis". La cantante colombiana se muestra cada vez más sincera en su papel de "artista global". Ha roto sus ataduras estilísticas y también estéticas apareciendo en el videoclip de Loba más sensual que nunca. "Por primera vez en mi vida me he atrevido a enseñar las piernas", dice, ya que hasta ahora "sólo usaba pantalones".

En sintonía con la licantropía que sugiere el videoclip de Loba, el single que ya suena en las radios desde hace meses, el álbum aparecerá en las tiendas el próximo martes 13.

Coescrito y coproducido por la propia Shakira, Loba es un álbum concebido en inglés con sólo tres canciones en castellano, que son las que abren el disco: Loba (versión de She Wolf), Años luz (Why Wait en inglés) y Lo hice otra vez (Did It Again).

Los otros temas que incluye el disco son: Long Time, Good Stuff, Gypsy, Mon Amour, Did It Again, Spy, She Wolf, Men Is This Town y Why Wait.

Tras haber vendido 50 millones de copias de sus anteriores trabajos, Shakira tenía claro el enfoque de este sexto disco. "Desde el comienzo del proyecto sabía que quería acercarme más a la electrónica -explica-, hacer un disco con sonidos más duros, con los ritmos muy sólidos".

Aunque es coautora de las canciones y coproductora, no renunció a trabajar con colaboradores conocidos como Pharrell Williams y el haitiano Wyclef Jean (ex Fugees), con el que ya cantó en el éxito Hips Don't Lie (2006), "(Wyclef y yo) crecimos en el mundo en vías de desarrollo, conocemos la pobreza extrema y compartimos las mismas visiones sobre las cosas".

Con dos premios Grammy y ocho Grammy latinos en el zurrón, Shakira es ya un valor seguro internacional, como lo demuestra que actuara, junto a Stevie Wonder y Usher, en la fiesta inaugural de Barack Obama en Washington. Fiel a ese papel de artista global, ha incluido elementos de la música de Colombia, la India, Oriente Medio y África. Los que echen de menos su vertiente latina sólo tienen que esperar al año que viene, cuando publicará un álbum cantado en castellano.

En una reciente visita a Madrid, Shakira ha explicado que para ella una "Loba" es "la mujer de estos tiempos, la que está en contacto con sus deseos y los defiende con uñas y dientes". En declaraciones a Efe señaló que en todas las personas habita "un instinto básico y primario" vinculado a nuestras pasiones: "Queremos parecer sabios y educados, pero todos tenemos un lado salvaje y libre".

Un "lado salvaje" que se refleja en el videoclip de Loba, dirigido por el británico Jack Nava. En él la artista aparece encerrada en una jaula como una fiera, una situación que compara con el lado menos divertido de la fama. "Me he sentido enjaulada en alguna ocasión -confiesa-, pero no me puedo quejar, ya que entonces sería una desagradecida con toda la gente que escucha mi música", declara.

A sus 32 años, la cantante de Barranquilla, que sigue vinculada sentimentalmente a Antonio de la Rúa, asegura sentirse en un gran momento personal. "He encontrado mi propia individualidad y, por primera vez, me siento dueña de mí misma".

Al igual que la recientemente fallecida Mercedes Sosa, con la que grabó la canción La maza, incluida en el álbum Cantora, Shakira enfoca parte de su labor a los más desfavorecidos. Hace catorce años creó una fundación llamada Pies Descalzos con el fin de ayudar a niños de Colombia y de países del tercer mundo. "Se trata de una parte central en mi vida desde que la inauguré con 18 años -comenta-, y cada vez me produce más satisfacciones".

Loba, sin embargo, no destaca especialmente por su mensaje social y es una invitación a la diversión. Shakira quiere que su público "arrincone todo mientras suena la música".
SoL