El mes pasado, tuve el placer y el honor de asistir a la Tercera Conferencia Presidencial de Israel en Jerusalén como conferenciante invitada del panel y el presidente Shimon Peres. Esta conferencia se dedicó a "las decisiones cruciales que ... harán un mejor mañana."
Por la tarde de la conferencia, visité el Instituto de Jerusalén Max Rayne, un lugar de inspiración donde la mitad de la población estudiantil es de Israel y la mitad de Palestin. Los estudiantes aprenden juntos, a través de todas las divisiones, hablando tanto en árabe como en hebreo, en donde aprenden y juegan juntos sin diferencias. Esta visita me hizo recordar, una vez más, que de las decisiones más importantes podemos hacer un mañana mejor a la hora de criar y educar a nuestros hijos.
Yo vengo de Colombia, un país que, al igual que Israel, ha sufrido décadas de violencia. Empecé la Fundación Pies Descalzos, cuando tenía 18 años, en un esfuerzo para ayudar a detener el ciclo de la brutalidad que vi allí. Estaba convencida ... de que el aumento del acceso a la educación fue una de las pocas opciones que un país como Colombia tenía para ganar la batalla contra la pobreza y la violencia. Las escuelas que la Fundación Pies Descalzos continua construyendo y operan en Colombia están educando a unos 6.000 estudiantes. Nuestros proyectos en Haití y Sudáfrica sirven a cientos más.
Llegué a Israel para compartir algunas de las lecciones que he aprendido y las experiencias que he recogido en el campo de la educación y por el testimonio de su poder transformador y rápido: en primer lugar, los niños nacen esperando la paz, y es nuestro trabajo proteger a esta expectativa, siempre y cuando sea posible. En segundo lugar, la educación es una inversión excelente, porque vos no tenes que esperar 100 años, o incluso 20 años, para ver resultados tangibles; la velocidad de retorno y beneficio para la humanidad no tienen parangón. Una inversión temprana dura toda la vida, o incluso de muchas vidas, ya que aporta a las familias y comunidades enteras. Como un niño crece y comienza a aprender, la inversión de la familia depende de tiempo, energía y dinero y se hace más profunda. Se eleva el valor del niño, se eleva el valor social de la familia, y por lo tanto, el valor de la comunidad aumenta.
No hay ninguna otra inversión que tiene el tipo de efecto multiplicador social que la educación temprana tiene. Es una cosa increíble para alimentar y ver crecer y extenderse. Ver a los estudiantes de la escuela Max Rayne florecer - como en ... la visita a los niños en mi escuela en Colombia, que ahora están en su camino a la universidad en lugar de los ejércitos de guerrilla - sólo reafirma mi convicción de que la educación es la esencia misma de la paz.
Tenemos muchos problemas que resolver. Nuestro futuro no está asegurado. Los niños de hoy tienen increíbles retos por delante. Ellos necesitan estar listos. Vamos a darles seguridad. Vamos a darles una mente abierta. Vamos a darles todo el amor y el estímulo que podamos. Vamos a darles la oportunidad de construir un mundo que es mejor al que entraron. El futuro los necesita desesperadamente para tener éxito. Ellos son la esperanza de que tendríamos que encontrar la paz.
Hergas De Las Caderas !!
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