La periodista Deyana Acosta M ha dado su punto de vista sobre las palabras que dijo la señora rueda que arremetió contra Shakira.
Un gran artículo.
Se los dejamos para que lo lean.
El Maniqueísmo De María Isabel
A pesar de todas las reacciones y tinta derramada, imposible no ceder a la tentación de escribir algunas impresiones acerca de la columna de María Isabel Rueda sobre nuestra querida Shakira. Por supuesto, con todo el respeto que me merece la libertad de expresión en un país democrático como el nuestro.
Más de 60 grupos en Facebook también han cedido a la tentación de tomar partido en la dicotomía Shakira-Juanes, según pude investigar en las 52 páginas repletas de grupos de admiradores o detractores de Shakira.
Me parece interesante la forma en que la gente está expresando sus opiniones a través de Internet, no solo en páginas conocidas sino también mediante artículos o blogs personales. Lo que no me parece afortunado es que el intercambio de opiniones sobre Shakira se haya generado a partir de una provocación maniquea como la de María Isabel. Si cada vez más la contemporaneidad nos sumerge en un mundo global, diverso y pluricultural, me parece retardatorio y estrecho opinar sobre una persona sobre la base de una valoración dicotómica tan reducida.
No entiendo qué le pasó a María Isabel. No entiendo por qué escribir ese artículo tan provocador sobre alguien tan querido en nuestra ciudad justo antes de la inauguración del Colegio en el corregimiento La Playa, donde Shakira con su obra abre las puertas para que 1.500 niños, de los 40.000 que están por fuera del sistema escolar, accedan a la educación pública.
Entendemos que Shakira, como artista y como personaje público, pueda generar sentimientos encontrados. Pero es más constructivo analizar su extensa producción artística o su focalización altruista en el tema de la educación en
Colombia, que compararla con otro compatriota con un estilo artístico completamente diferente.
Shakira es una ciudadana del mundo, como aspiramos ser todos los que estamos en este planeta cada vez más globalizado. La sentimos raizal todavía en lo más importante que es su interés por ayudar al país y a su ciudad natal en la mejora de la educación, que considera una prioridad. No importa si baila como árabe, o habla como argentina o su pelo es rubio. Bienvenida esa esencia cosmopolita que es entendible en alguien que nació junto al mar.
De todas las reacciones generadas me gustó mucho la de su padre William Mebarak, que, a pesar de sus vínculos afectivos con quien está siendo cruelmente criticada, mantuvo toda la ponderación y objetividad para responderle a María Isabel, palabras más palabras menos, que no se debe construir destruyendo a otros, y que en estos momentos el país lo que menos necesita es de esos maniqueísmos sin sentido. Yo estoy completamente de acuerdo, e independientemente de si me gusta más Shakira que Juanes, lo que atinaría decirle a María Isabel es que no quiero partir cobijas con ninguno de los dos, porque estoy convencida que, en medio de nuestras duras realidades, lo único que nos puede sacar adelante son las alianzas.
Federico
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