lunes, 21 de marzo de 2011

Shakira ignora lluvia de Sao Paulo y seduce con sus caderas

La ciudad de Sao Paulo recibió a la colombiana Shakira con una leve lluvia en la noche de este sábado para su presentación en el estadio Morumbi. La cantante apareció a las 20:50 en el vallado que separaba el escenario y la pista premium.

Estaba sorprendida, pues hace 14 años, cuando se presentó por última vez en la ciudad, el volumen del coro de personas gritando su nombre y cantando "Pienso en ti" (balada romántico-nostálgica escogida para abrir la noche) era infinitamente más pequeña. Envuelta en una capa rosa cintilante, subió al escenario del Pop Music Festival y caminó en dirección a su banda. Al final de la canción, inmediatamente cambió el tono, arrancándose abruptamente la vestimenta y mostrando a qué vino: hipnotizar y seducir el público de São Paulo con su afinación y danza, ingredientes presentes en su nuevo universo.

Shakira estaba entregada de cuerpo y alma a la noche. Las danzas provocativas y el cabello mojado por la lluvia apuntaron el camino por el que ella quería conducir a los fans. "¿Cómo está mi gente de Brasil? Estaba muriendo de añoranzas de vosotros. Esta noche yo soy paulistana", dijo la colombiana inmediatamente después de cantar "Why Wait" y "Te dejo Madrid". Fue lo que bastó para tener al público aún más a sus pies. "Si te vas" y "Whenever, Wherever" siguieron la línea rock latino, antes de "Inevitable". "La escribí en una noche como esta, en Barranquilla, con mis amigos. Y se volvió una de las favoritas de mi repertorio", dijo la cantante, cerrando el primer acto del espectáculo y lanzando su hechizo sobre las miradas atentas de los más de 53 mil fans.

El segundo acto del show sirvió como una bofetada en la cara de los más descreídos en el género pop e incluso en muchas cantantes consagradas en el segmento. La simplicidad adoptada por Shakira enaltece sus dotes artísticas y suprime la "necesidad" de efectos especiales y escenarios majestuosos presentes en megaproducciones.

Con ropa gitana y músicos a lo largo del escenario, Shakira promovió un espectáculo de danza flamenca, abusando de toda la sensualidad proveniente de su naturaleza. Con una performance metafórica, ella se entregó nuevamente al ritmo y gozó, nació, murió y resucitó según lo determinaban las batidas de la caja de madera.

Para esta parte del show hizo un cover de "Nothing else matters", de Metallica, y presentó "Despedida", presente en la banda sonora de la película "El amor en los tiempos del cólera". "Gypsy", canción en que Shakira se declara una persona libre en el mundo, concluyó el acto.

En medio de los hits efervescentes, Shakira hizo una pausa para expresar algo que pareció espontáneo y fuera de libreto. Al cantar "Sale el Sol", canción que da título a su nuevo CD, la necesidad de expresar algo que le incomodaba era tan grande que en uno de los puntos altos de la música se arrancó la blusa con mucha fuerza, la rasgó por la mitad y se quedó sólo de soutien.

Después de haberse desahogado, volvió al escenario para mostrar que las coreografías de "Loca" y "She Wolf" son posibles, al menos para ella. Shakira se contorsionó por completo, cantando sin perder el aliento y la afinación, al tiempo que reproducía las danzas más complejas de sus videoclipes.

Sobre el final del show volvió a llover, ahora más fuerte. "Ojos así", esperada para el gran final, le dio más sensualidad a la performance de Shakira. Los minutos dedicados a la danza del vientre fueron de transe hipnótico para quien observó el vaivén de las caderas y abdomen de la cantante. "Muchas gracias por esta ncohe maravillosa", dijo la colombiana cubierta con una bandera de Brasil mientras se despedía del público, que no entendió la rápida salida de la pop-star.

Pocos minutos después retornó y mostró nuevamente su movimiento de caderas con "Hips don't lie" y con el himno del Mundial de Fútbol de 2010 "Waka Waka". Shakira concluyó su show apoteótico a las 22:25 y no ocultó la emoción de ver una legión de fans reunidos en el estadio. Luego lloró, o por lo menos esbozó algo parecido a eso, pero fue posible ver en la pantalla del estadio sus ojos húmedos. Bastó que abandonara el escenario para que la llovizna cesara.

Si no fuera por dos "detalles", el show de Shakira habría ganado el sello de la perfección. El primero ocurrió en una pausa en el número flamenco, para admirar la reacción del público. Ella estaba a punto de finalizar "Gypsy" pero direccionó una mirada sonriente al estadio de Morumbi y los fans, oportunistas, engancharon el coro: "Estoy Aquí, Estoy Aquí". La canción, que la hizo conocida en Brasil en la década de '90, no formaba parte del repertorio del show y Shakira no supo reaccionar al pedido. Sólo rió, miró hacia ambos lados y retomó la canción gitana.

El segundo ocurrió justo cuando comenzó a entonar "Waka Waka". Su micrófono no funcionó y las primeras estrofas no se escucharon. El hecho reforzó la sospecha de que ella habría usado playback en "Hips don't Lie", pues era imposible oír su voz en el micrófono en los momentos en que intentó alejarse de la letra para interactuar con el público, sin contar la perfección vocal, que mucho recordaba a una grabación de estudio. El equipo técnico pudo haber olvidado de conectar el micrófono de la popstar, que cantó en el silencio por algunos segundos hasta que la notaron. Sin embargo, la producción y la asesoría de prensa del evento no supieron informar si Shakira usó realmente ese recurso en esta canción.

SoL
del Team de LCNM

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